Con la llegada del frío, nuestro cuerpo trata de adaptarse a las bajas temperaturas con temblores corporales. Esto supone algunos gestos como el castañeo de los dientes, una tensión muscular generalizada y, sobre todo, en la zona mandibular. Esto provoca que tengamos molestias en la zona, sobre todo en pacientes y personas con problemas de articulación temporomandibular.
¿Por qué castañeamos los dientes?
El contraer los músculos de la mandíbula de forma rápida hace que mejore la circulación de la sangre como respuesta al estímulo del frío para calentar nuestro cuerpo. Así, tiritar significa que nuestro cuerpo responde para producir calor activamente y aumente la frecuencia cardiaca.
Otro motivo tiene que ver con las patologías típicas de las estaciones de frío: un pico de fiebre puede provocarnos una tiritona que implica un choque de dientes sistemático que no solo desgasta el esmalte, sino que puede derivar en otros problemas a nivel maxilofacial. Apretar los dientes por la noche de forma regular, lo que denominamos como bruxismo, da lugar a problemas generalizados musculares y en la dentadura, por lo que se recomendaría usar una férula de descarga.
¿Cómo nos afecta?
La tensión muscular que a veces provoca el tiritar, sobre todo a nivel mandibular, puede derivar en otros problemas de salud y molestias que, en caso de no tratarse, pueden acompañarnos durante toda la temporada de frío. Por ejemplo, los molestos dolores de cabeza.
Otro de los posibles problemas derivados de la excesiva tensión mandibular y presión ejercida en la mordida es el desgaste del esmalte, e incluso la posibilidad de erosionar o romper nuestras piezas dentales.
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